A Town of many faces - Penang

Chinese temples, little India, mosques… It gives a clue about what we can expect from George Town, the capital of Penang in Malaysia. A cultural fusion is visible everywhere, architecture, people and cuisine. The smell of delicious Indian curries mixed up with the stalls of Chinese succulent noodles and always spicy Malay meals. Locals describe their food as “The food paradise of Malaysia” and you know what they are talking about as soon as you shovel first bite into your mouth.

Templos chinos, Little India a la vuelta de la esquina, mezquitas aquí y allá… todo apunta a que Georgetown es una capital multicultural y esto no solo se hace visible en su arquitectura sino también en sus gentes y su cocina. El olor a curry se entremezcla con el vapor de los fideos chinos al cocer y con la extremadamente picante comida malasia . La gente local concibe Penang como un paraíso culinario y empiezas a entender el por qué tan pronto como pruebas el primer bocado.

Penang es una mezcla del mundo oriental con el occidental. La influencia británica se deja ver en sus bulliciosos pubs, sus boutiques, cafés y estudios (fue un poco como sentirse en casa). Gracias a sus cuidadosamente conservados edificios Georgetown ha sido declarada patrimonio cultural de la humanidad por la UNESCO y es oficialmente reconocida como una ciudad de gran particularidad cultural y arquitectónica. No hay nada que se le asemeje en el este y sudeste asiático. Pero desde el año 2012 este no es el único atractivo de esta particular urbe. El arte callejero baña numerosas fachadas de la ciudad vieja gracias a un proyecto llamado “Espejos de Georgetown” del que se encargó un artista lituano y que consiste en  murales a gran escala, dispersos por diferentes rincones de los edificios del casco antiguo.

Penang has a fusion of eastern and western influences and it retains its colonial traditions. The touch of the Brits is seen in the rowdy pubs, boutiques, cafes and studios. The well preserved heritage buildings placed George Down on the list of UNESCO’s World Heritage Sites and it is officially recognized as having unique architecture and cultural townscape without parallel anywhere in East and Southeast Asia. But since 2012 the street art became one of the main attractions in town. “Mirrors of George Town” is a project of a Lithuanian artist which consists of paintings and several large scale murals in various locations in the old town.

A map given to us was a tool to locate them. Then the mission was to find them and capture them by Robert’s camera. We enjoyed the art work like kids and admired it at the same time. Absolutely stunning paintings and graffiti that give a modern touch to an old colonial city.

Con la ayuda de un mapa empezó la diversión. Encontrar cada una de las pinturas fue nuestra misión durante un par de horas y encontrar un hueco para sacar una foto sin cientos de turistas alrededor fue otra ¡Qué locura! Pero la  verdad es que disfrutamos como niños al mismo tiempo que saboreamos un poco de arte. Las pinturas  aparte de ser espectaculares le dan un toque moderno a esta vieja ciudad colonial.

Have a good one fellas.       Un besín a todos y todas!

Pequeños consejos:

  1. Ni se os ocurra quedaros en Crystal Guest House, es uno de los hostales más sucios en el que nos hospedamos (no había mucha opción por el festival de Thaipusam). Pero no os perdáis el mercado de comida china que hay por la noche justo en frente; buenísima y barata.
  2. Probad la exquisita sopa Laksa.
  3. Disfrutad de la riquísima comida vegetariana en el restaurante indio “Woodlands”.

Tips:

  1. Avoid Crystal Guest House, one of the dirtiest places we have ever stayed at. But don’t miss little Chinese street food market in front of it.
  2. Try tasty and unique Laksa soup.
  3. Enjoy the amazing, Indian vegetarian cuisine by visiting Woodlands.

 
 
 

Cooking time!!

Esta vez un poco de arte culinario. Para los que no lo sepáis ya, soy una amante de la cocina y uno de los muchos atractivos de Tailandia es su comida. Aquí  las ofertas de cursos para aprender a cocinar algunos de los platos típicos del antiguo reino de Siam son muchas y variadas y normalmente alcanzan un precio elevado orientado al/la “turista curioso/a”.

En mi caso y aprovechando la amabilidad que caracteriza a la gente tailandesa me he colado en una de sus cocinas para saborear la autenticidad máxima.

Ha sido en el hotel “Shambhala” en la isla de Koh Panghan (donde pasamos las navidades). Da, su dueña, que además de ser buenísima cocinera tiene un magnífico sentido del humor, me ofreció enseñarme una de sus especialidades; Larb (también llamado Lab o Laab). Como muestra de agradecimiento cociné para ellos tortilla de patata que aunque no me quedó como en España tengo que decir que les encantó.

Aquí os dejo la receta que además de ser sencilla, rápida y estar para chuparse los dedos, es muy sana. Se la dedico a mi hermana que es una artista en la cocina y nunca deja de experimentar. Sé que en cuanto lea el post va a ir corriendo para el supermercado, jeje.

Ingredientes:

Aceite de oliva.
2 Dientes de ajo.
½ Kilo de pollo muy picado.
½ Cebolla.
1 Zanahoria.
Chili verde y rojo (fresco).
2 Cebollinos.
1 Hierba- limón.
Cilantro.
Avecrem de verduras.
Sal.

Preparación:

En primer lugar picamos el ajo, lo mezclamos con el aceite de oliva  y lo dejamos macerar (lo podéis preparar el día anterior o unas horas antes). El siguiente paso será verter la mezcla en la sartén (en Tailandia utilizan sartenes  hondas parecidas a lo que conocemos como wok) cubriendo la base. A continuación echamos el pollo bien picado en la sartén y lo freímos a fuego rápido removiendo constantemente (muy importante, no dejar de remover en ningún momento). Después llega el momento de añadir chili en polvo y un poquito de agua a la mezcla. Cuando todo esté mezclado  completamente le ponemos la cebolla y la zanahoria (ambas cortadas en finas tiras) y el chili verde y rojo al gusto. Añadimos sal al gusto y avecrem de verduras y seguimos removiendo. Por último pelamos y troceamos la hierba limón y lo mezclamos con el resto.  Ahora es el momento de sacarlo de la satén y verter la mezcla en el plato. Culminamos la deliciosa receta picando el cebollín y el cilantro y colocándolo por encima.

Normalmente este plato se acompaña con arroz blanco al vapor.

Ya está listo para comer y como dice mi hermana ¡Está de espatarrar!

Un besín y buen provecho.

Peace and Love

We have travelled through central and south Thailand for over 6 weeks. We have seen amazing places in the Gulf of Thailand, midlands and Andaman Sea. Each place had something unique to offer and at the same time something surprisingly disgusting. We were struck by the invasion of tourists and the damage they have made to most of the country. Thailand relies on visitors, they drive the economy and Thai do all they can to keep the money flowing. They build and destroy to build even more. They will do anything to keep going and growing. Chopping trees and hills is not a problem at all. Polluting rivers and sea is a normal thing to do. No one pays attention to it. Government, apart issuing fees for breaking the rules, doesn't do anything about it. Why would they stop the spinning wheel from turning over large piles of dosh? In most of the places we have been to, we saw people coming to just get wasted, get tanned and get wasted again. There is little sense in coming here to experience something spiritual. Why would you if the booze is cheap, weather is great and entertainment awaits you at every corner.
Prior the travel we had an image of this country as something exotic and enchanting. We found it as some point but the complete picture was ruined by “human traffic”.
We have skipped most visited Phuket and stayed only three nights in Krabi. On the way south, we popped into the Phi Phi Islands. We left the place quicker than we entered it. Then, we hopped on Koh Lanta, our final stop in Thailand and to our surprise we felt in love with this piece of land. Only two hours on the boat from the famous DiCaprio’s beach always filled with drunk youngsters (but not only), we found peace. Peace dancing to rhythms of Bob Marley, Morrison, Hendrix and Joplin.
When we landed there we didn't know where to stay or what to expect. So we asked a German local for some tips and directions. He told us about this hippie village not far from the harbour. We hired a scooter and hit the road.

When we got to our destination we realized what they meant by “hippie”. Our eyes were greeted by names like “Rolling Stoned”, “The Veg Place”, “Chill House” , “Gipsy” and “Tree bar”. Posters of Marley’s mottos and Rasta colours where visible on each place built from uneven wooden planks and pretty much anything that could work as a “brick wall”.

Just like Leonardo, we found our beach. The hippie, happy and friendly community living and having fun together. Sharing skills and running free classes of yoga, capoeira, dancing on the silk rope and many more. The mentality we were looking for. Here was the first time in Thailand where we saw locals interacting with travellers. White people working in local food shops, “restaurants” and as cooks. In the evening everyone was gathering outside MiniMart which was a perfect spot to exchange travel experience and knowledge, meet and talk to new people, have a beer and something else for those interested, grab a Pad Thai from the Thai that was coming with his own kitchen to feed hungry backpackers every evening, or try banana and chocolate pancake. Around 10pm there would be a mini concert playing either at the Three Bar, Gipsy place or Ozone Beach bar. They would take turns, one night here, second somewhere else. Everyone had their chance to lead the night and earn some money and make everyone happy. Our personal favourite was the local band of Thai and Malay performing at the Tree Bar. A such charming event focused on a bar built around a massive tree, raised on the platform and decorated with many colourful lights.
Apart the village, the island had many wild and beautiful beaches to offer. We could stay on the Long Beach or take a bike ride down south and stop at any random place to find quiet and beautiful stripe of white sands and turquoise waters. It was almost a paradise, especially after all the disappointment we experienced so far. Definitely coming back soon. Koh Lanta, we will see you later ;)

“When the power of Love overcomes the love of power the world will know peace” – Bob Marley